
Masa, sartén y buena onda: tortas fritas caseras listas para cualquier tarde nublada.
Si hay algo que se ganó su lugar en las meriendas argentinas de días grises, son las tortas fritas. Crujientes por fuera, suaves por dentro, ideales para el mate. Y si son caseras, mejor. Una receta compartida por la cuenta @lapasamoscomiendo en TikTok se volvió viral por su simpleza y sabor. En solo 30 minutos podés tener una docena lista, sin amasar demasiado ni esperar a que leve.
La clave está en su practicidad. Con ingredientes básicos que cualquier familia suele tener en la alacena, esta receta es rendidora, rápida y apta para cualquiera que tenga ganas de meter mano en la cocina, incluso con poco tiempo o experiencia.
Ingredientes (para 12 a 14 tortas fritas)
250 gramos de harina 0000 (alrededor de una taza y cuarto)
1 cucharadita de polvo para hornear (o directamente harina leudante)
1 cucharadita de sal
50 gramos de grasa vacuna, 30 gramos de manteca derretida o tres cucharadas de aceite
100 ml de agua (media taza)
Cómo se preparan
En un bowl, mezclá la harina, el polvo para hornear y la sal.
Agregá la grasa (o manteca o aceite) y empezá a integrar los ingredientes con la mano.
Sumá el agua de a poco hasta formar una masa suave y pareja.
Dividí la masa en bollitos del tamaño de una nuez y estiralos con palo de amasar. No importa si no quedan perfectos, el encanto está en lo rústico.
Haceles un agujerito en el centro con los dedos o pinchalos con tenedor.
Freí en aceite caliente hasta que estén doradas de ambos lados.
Escurrí en papel absorbente y, si querés, espolvoreales azúcar para una versión más dulce.
Estas tortas fritas pueden servirse saladas o dulces, según el gusto de cada uno. Son ideales para improvisar una merienda, cocinar con chicos o compartir una ronda de charla en la cocina. La masa no necesita reposo ni amasado largo, lo que las convierte en una buena opción para cuando pinta antojo o hay poco tiempo.
En barrios donde el olor a torta frita se mezcla con el del mate recién cebado, esta receta suma una vuelta más de rosca a una costumbre bien nuestra. No hace falta esperar al próximo temporal para prepararlas. Con frío o sin lluvia, siempre hay excusa para encender la hornalla y disfrutar algo calentito.