
Fieles acampan en Liniers por San Cayetano.
En la previa al 7 de agosto, cientos de personas comenzaron a llegar al santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers. La vigilia ya se instaló con carpas, reposeras, banderas y promesas. Muchos fieles buscan asegurarse los primeros lugares antes de la apertura del templo, que ocurrirá a la medianoche con los tradicionales fuegos artificiales.
Durante toda la jornada, las filas se extendieron por varias cuadras sobre la calle Cuzco, donde se ubica la iglesia. Algunas personas llegaron con sus familias, otras con amigos, y muchas lo hicieron solas, como parte de un ritual personal que llevan repitiendo desde hace años.
“Hace más de 50 años que vengo cada 7 de agosto a pedirle. Lo hago por salud, por laburo, por mis nietos, mis hijos y mis yernos. Él siempre cumple, mucha fe le tenemos”, contó a TN una mujer que ya tiene su lugar marcado junto a la vereda, entre termos, bolsos y estampitas.
Otra mujer, visiblemente emocionada, relató que hace más de treinta años le pidió al santo salir de una enfermedad muy grave. “Le vengo a dar las gracias. Le pedí tanto a San Cayetano que me de fuerzas para estar acá, y aquí estoy con mi esposo”, explicó con la voz entrecortada.
Este año, la consigna que acompañará la celebración es “Con San Cayetano, todos hermanos”. Se espera que miles de personas pasen durante la noche y la jornada del jueves por el templo, como parte de una de las expresiones de fe popular más importantes del país.
Además del movimiento religioso, distintas organizaciones sindicales y sociales también se sumarán a la jornada con una movilización desde la iglesia de Liniers hasta Plaza de Mayo. Convocada por las dos CTA, la CATT y otras agrupaciones que integran el Frente Sindical por la Soberanía, la marcha saldrá a las 8 de la mañana bajo la consigna “Paz, Pan, Tierra, Techo y Trabajo”.
Cada 7 de agosto, San Cayetano —conocido como el santo del pan y del trabajo— es invocado por miles de fieles que piden ayuda para conseguir empleo, estabilidad económica o simplemente mantener lo poco que tienen. Para muchos, no se trata solo de pedir: también es una manera de agradecer, reencontrarse con una promesa cumplida o renovar la esperanza en medio de momentos difíciles.
Con un contexto social atravesado por la crisis económica, la inflación y la falta de trabajo, la imagen del santo adquiere un significado aún más potente. Las filas en Liniers son también un reflejo de esa búsqueda de alivio, estabilidad y algo de paz espiritual frente al desgaste cotidiano.
La celebración de San Cayetano no solo mueve la fe, también visibiliza historias de vida donde la necesidad y la espiritualidad se cruzan. En cada peregrino hay una historia, un pedido, un agradecimiento o un gesto silencioso de resistencia.