
Axel Kicillof encabezó un acto con referentes peronistas clave en Presidente Perón. (Foto: Captura de X/ @mayrasmendoza).
A pocos días del cierre para la inscripción de alianzas electorales, el peronismo está jugando a todo o nada para sostener una unidad que pende de un hilo. Aunque en la Ciudad de Buenos Aires lograron cerrar filas bajo el nombre Fuerza Patria, las conversaciones siguen siendo intensas en la provincia de Buenos Aires y otras regiones del país.
Este jueves, Axel Kicillof apareció en un acto en Presidente Perón junto a Verónica Magario, Mayra Mendoza, Facundo Tignanelli y el gremialista Carlos Acuña, referente de la CGT. Fue una postal de unidad que buscó mostrar fortaleza interna, justo cuando las diferencias con el sector de Juan Grabois siguen sin resolverse.
La presencia de estos actores clave tuvo una intención clara: blindar la alianza bonaerense, mantener el control de la Tercera Sección Electoral y evitar que la interna escale a niveles que compliquen las listas para octubre.
Mientras tanto, en paralelo, los equipos de negociación de Fuerza Patria trabajan en el armado de nombres para definir si se repite la alianza formalizada previamente en territorio bonaerense. La principal traba tiene nombre y apellido: Juan Grabois. El dirigente social no cede terreno y mantiene viva la posibilidad de romper con el frente, lo que podría generar un sismo político dentro del espacio.
Desde los sectores más cercanos a Cristina Kirchner y Sergio Massa bajaron una orden clara: evitar el fuego cruzado, moderar el discurso y "cuidar la unidad". Pero bajo esa superficie diplomática, todos se reservan un plan B por si el acuerdo no prospera. Kicillof ya lo hizo antes, al presentar listas por separado en septiembre, y no se descarta que la jugada se repita.
En Capital Federal, la lista encabezada por Leandro Santoro había mostrado unidad en mayo. Sin embargo, en esta nueva etapa, figuras como Guillermo Moreno y Juan Manuel Abal Medina, que antes quedaron afuera, fueron incluidos. En cambio, el espacio Patria Grande, que lidera Grabois, quedó fuera de la foto.
Se negoció ofrecer a Grabois un lugar expectante en la lista de diputados para Ofelia Fernández, pero la exlegisladora porteña no aceptó ese rol. Eso abrió la puerta a otro nombre fuerte: Matías Lammens, que empieza a sonar con fuerza si se consolida el distanciamiento.
En el Congreso se proyecta que esta alianza podría colocar un senador y tres diputados. El nombre de Mariano Recalde suena para liderar la boleta en la Cámara Alta, mientras que en Diputados las definiciones son más trabadas.
Por su parte, el PJ bonaerense, aún con roces entre Kicillof y Máximo Kirchner, intenta priorizar lo colectivo. Según los operadores de Massa, la consigna es clara: "No hay lugar para aventuras personales, lo urgente es frenar a Milei". Desde el entorno de Grabois no lo ven igual y siguen presionando para que su líder encabece la lista en provincia.
Cristina Kirchner, una vez más, intervino para calmar las aguas. Consiguió que Grabois bajara el tono, aunque no logró que renuncie ni a sus pretensiones ni a la posibilidad de romper. Si lo hace, sus candidatos podrían quedar afuera también de las listas de septiembre.
Las próximas horas serán clave. El peronismo camina por una cornisa: si logra un cierre ordenado, podrá mostrar unidad; si no, el ruido interno podría costarle más que algunos votos.