Aunque existen varios tipos de vino, uno de los más desconocidos es el vino de hielo. Es una variedad muy poco común, producida bajo ciertas condiciones climáticas. Se produce principalmente en la región del Pacífico Noroeste, donde las condiciones climáticas son propicias para su elaboración.
Irónicamente, el vino de hielo se produce en cantidades muy pequeñas. Dado que solo requiere vinos de la más alta calidad y su disponibilidad es limitada, es un producto extremadamente raro. A decir verdad, solo unos pocos afortunados pueden comprarlo. Debido a su escasez, el vino de hielo puede ser extremadamente caro y estar fuera del alcance de la mayoría.
Al igual que la belleza de poseer un diamante, el vino de hielo es algo que muchos anhelamos y soñamos con experimentar en algún momento de nuestras vidas. Si bien los materiales son escasos, las condiciones climáticas son aún más cruciales para su producción. Una vez que se dan las condiciones climáticas adecuadas, el enólogo se prepara para producir este vino extremadamente raro e invaluable.
Los requisitos básicos para producir vino de hielo son uvas completamente maduras y una temperatura de unos 5 °C. Esta temperatura debe mantenerse durante varios días para que el enólogo pueda completar su elaboración. Las uvas congeladas durante estas temperaturas extremadamente frías son recolectadas a mano por la noche por el enólogo y sus ayudantes.
Para elaborar una botella de vino de hielo, pueden necesitarse uvas de la vid entera. Una vez recolectadas, las uvas se prensan suavemente para recoger únicamente el mosto. La temperatura crea los cristales de agua congelados, que fermentan junto con los azúcares y las partículas presentes en el mosto. Mediante este proceso, se crea el maravilloso y excepcional vino de hielo.
Si ha estado buscando probar el vino de hielo, encontrarlo puede ser muy difícil. Como probablemente ya sepa, la mayoría de las tiendas de alcohol y vino no venden este excepcional vino. Encontrarlo en línea también es muy difícil, a menos que lo encuentre en el momento adecuado. Aun así, si logras encontrarlo, una sola botella puede costar fácilmente cientos de miles de dólares.
La mejor manera de probar el vino de hielo es encontrar al enólogo adecuado en la región del Pacífico Noroeste. Aunque las botellas se agotan rapidísimo una vez elaboradas, quizás encuentres a un enólogo que tenga algunas a mano. Eso sí, prepárate para gastar una buena cantidad. Aunque puede ser caro y muy difícil de encontrar, el sabor del vino de hielo hace que valga la pena el esfuerzo.
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