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Más allá del Malbec: 5 vinos argentinos que tenés que probar

Descubrí la diversidad del vino argentino más allá del Malbec. Te recomendamos 5 cepas y estilos que tenés que probar: Torrontés, Cabernet Franc y más

miércoles, 2 de julio de 2025

/ Readacción

Una copa de vino blanco, reflejo de la diversidad y riqueza de las bodegas argentinas más allá del Malbec.


El Malbec es nuestro gran embajador en el mundo. Es el vino que puso a la Argentina en el mapa vitivinícola global, y lo amamos por su carácter frutado, sus taninos amables y su perfecta compañía en cualquier asado. Pero quedarse solo con el Malbec es como escuchar únicamente el estribillo de una canción increíble. La vitivinicultura argentina es un universo de terruños, climas y cepas que ofrecen un abanico de sabores tan vasto como sorprendente.

Atreverse a explorar el "lado B" del vino argentino es una aventura que vale la pena. Es descubrir que en nuestro país se producen blancos intensamente aromáticos, tintos elegantes y complejos, y joyas ocultas que ofrecen una calidad excepcional. Si tenés ganas de salir de la zona de confort y sorprender a tu paladar, acá te presentamos cinco vinos o estilos que demuestran que, posta, hay vida más allá del Malbec.

1. torrontés riojano: el blanco más argentino

Si hay una uva blanca que grita "Argentina", esa es la Torrontés Riojano. No la confundas con otras variedades de Torrontés, esta es la nuestra, y es única en el mundo. Su principal hogar está en los viñedos de gran altitud del norte, especialmente en Salta y La Rioja. Es un vino que engaña: en nariz es una explosión de aromas florales (jazmín, rosas) y frutales (durazno, cáscara de naranja), tan intenso que podrías pensar que será un vino dulce. Pero en la boca revela una frescura y una acidez vibrante que lo hacen seco, ligero y perfecto para beber en una tarde de calor.

  • Maridaje ideal: Es el compañero perfecto de la comida regional del norte. Probalo con empanadas salteñas, humita en chala o un picante locro. También va de maravillas con la comida asiática o el ceviche.

2. cabernet franc: la elegancia del nuevo tinto

Durante años, el Cabernet Franc vivió a la sombra de su pariente más famoso, el Cabernet Sauvignon, usándose principalmente en vinos de corte. Hoy, es la cepa que está en boca de todos los enólogos y sommeliers. En las zonas más frías del Valle de Uco, en Mendoza, encontró un lugar ideal para desarrollar su carácter más elegante. Los vinos de Cabernet Franc argentinos son menos potentes que un Malbec, pero más complejos en aromas, con notas de pimiento rojo asado, especias, y una marcada nota herbal que le da una frescura increíble.

  • Maridaje ideal: Es un vino gastronómico por excelencia. Acompaña carnes rojas magras, como un ojo de bife o un lomo. También es espectacular con pastas rellenas con salsas a base de hongos o platos con vegetales asados.

3. bonarda: la joya oculta de todos los días

La Bonarda es la segunda uva tinta más plantada en Argentina, pero durante mucho tiempo fue la gran subestimada, usada para vinos de mesa básicos. Sin embargo, en los últimos años, productores apasionados han demostrado su enorme potencial. Los buenos Bonarda son vinos súper frutados, con notas de frambuesa y mora, de cuerpo medio, con taninos suaves y una acidez que los hace muy fáciles de tomar. Es el vino perfecto para tener siempre a mano, ideal para una picada con amigos o para acompañar la comida de todos los días. Ofrece una relación precio-calidad que es, muchas veces, insuperable.

  • Maridaje ideal: Su versatilidad es su fuerte. Va perfecto con una picada de quesos y fiambres, una pizza, empanadas de carne suave o pastas con salsa de tomate.

4. pinot noir de la patagonia: la frescura del sur

Si Mendoza es el corazón del vino argentino, la Patagonia es el alma de la elegancia y la sutileza. En las regiones más frías de Neuquén y Río Negro, la uva Pinot Noir encontró un paraíso. A diferencia de los tintos mendocinos, el Pinot Noir patagónico es de un color rojo más traslúcido y un cuerpo más ligero. En boca es pura delicadeza, con notas de cerezas, frutillas y un toque terroso muy característico. Es un vino que demuestra que en Argentina también se pueden hacer tintos de clima frío de clase mundial.

  • Maridaje ideal: Es el compañero ideal de carnes blancas, como el pollo o el pavo. También marida de forma espectacular con pescados grasos como el salmón rosado o la trucha, y con platos que incluyen hongos.

5. un blend de tintas: el arte del enólogo

Finalmente, una categoría que representa la máxima expresión de la creatividad de un enólogo: el vino de corte o "blend". Muchos de los vinos más prestigiosos y caros de Argentina no son monovarietales, sino una mezcla de diferentes uvas. El enólogo actúa como un director de orquesta, combinando las mejores características de cada cepa para crear un vino que sea más complejo y equilibrado que la suma de sus partes. Un blend típico puede combinar la fruta del Malbec, la estructura del Cabernet Sauvignon, las especias del Cabernet Franc y la suavidad del Merlot.

  • Maridaje ideal: Depende de su composición, pero generalmente son vinos complejos y estructurados que piden a gritos un gran plato, como un ojo de bife a la parrilla, un cordero patagónico al asador o un guiso de lentejas bien potente.

La próxima vez que vayas a una vinoteca, animate a pedirle al vendedor que te recomiende algo diferente. Explorar estas cepas es redescubrir la riqueza de nuestro país en cada copa.

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