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Guía definitiva para hacer una milanesa a la napolitana bien crocante

La receta paso a paso para hacer la milanesa a la napolitana perfecta. Secretos para un rebozado crocante, una carne tierna y el gratinado ideal.

martes, 1 de julio de 2025

/ Readacción

La combinación perfecta: una base crocante, salsa, jamón y una generosa capa de muzzarella dorada.


Hay platos que son simplemente comida y otros que son una institución. La milanesa a la napolitana pertenece, sin lugar a dudas, a la segunda categoría. Es el plato estrella de todo bodegón que se precie, la comida con sabor a casa de la abuela y un monumento al sabor que todos los argentinos llevamos en el corazón. Pero alcanzar la perfección no es tarea sencilla. ¿El objetivo? Una base de carne tierna, un rebozado que cruja en cada mordida y una cubierta de salsa, jamón y queso perfectamente gratinada.

Lograr ese equilibrio es el Everest de la cocina casera. Muchas veces nos enfrentamos a rebozados que se humedecen, carne que queda seca o un queso que no se derrite como debería. Si estás cansado de esos resultados y querés aprender los secretos para hacer una "napo" de campeonato, esta guía definitiva es para vos.

Paso 1: La carne, el alma de la milanesa

Todo empieza con una buena elección. No todos los cortes de carne sirven para lograr una milanesa tierna. Los más recomendados por los maestros de la cocina son:

  • Nalga: Es la opción premium. Es un corte tierno, parejo y con muy poca grasa, lo que garantiza una milanesa perfecta.

  • Cuadrada: Otra excelente alternativa, de sabor intenso y muy buen rendimiento.

  • Bola de lomo: También es una opción muy popular y un poco más económica, que funciona muy bien.

Pedile a tu carnicero de confianza que te corte los bifes para milanesa de un grosor parejo, de aproximadamente medio centímetro. Ni tan finos que se sequen, ni tan gruesos que no se cocinen bien por dentro.

Paso 2: El marinado, donde nace el sabor

Una milanesa sin un buen marinado es como un asado sin fuego. En un bol grande, batí 2 o 3 huevos (dependiendo de la cantidad de milanesas) y agregá los condimentos. La mezcla clásica, la que nunca falla, lleva:

  • Ajo y perejil fresco (provenzal): Picados bien chiquitos. No seas tímido con la cantidad.

  • Mostaza: Una cucharada generosa le da un toque de sabor increíble y ayuda a ablandar la carne.

  • Sal y pimienta negra recién molida.

  • Opcional: Un chorrito de leche o un toque de queso rallado en la mezcla.

Sumergí los bifes en esta mezcla, asegurándote de que queden bien impregnados por ambos lados. El secreto de los que saben es dejar la carne marinando en la heladera por lo menos durante una hora. Esto permite que los sabores penetren y la carne se ablande.

Paso 3: El rebozado, el secreto de la crocancia

Acá está el Santo Grial de la milanesa perfecta. Para lograr esa capa dorada, gruesa y súper crocante, la técnica es el doble rebozado. Prepará una fuente con abundante pan rallado de buena calidad.

  1. Sacá un bife del marinado de huevo, dejando que escurra el exceso.

  2. Pasalo por el pan rallado, presionando firmemente con la palma de la mano por ambos lados para que el pan se adhiera bien.

  3. Volvé a pasar el bife ya empanado por la mezcla de huevo.

  4. Finalmente, pasalo una vez más por el pan rallado, volviendo a presionar con fuerza.

Este proceso de dos capas crea una coraza que no solo será increíblemente crocante, sino que también protegerá la carne durante la cocción, manteniéndola jugosa por dentro.

Paso 4: La cocción, frita o al horno

  • Frita (La versión clásica): Calentá abundante aceite en una sartén grande a fuego medio-alto. El aceite debe estar caliente pero no humeando. Para saber el punto, tirá una miga de pan; si burbujea intensamente, está listo. Freí las milanesas de a una o dos por vez para no bajar la temperatura del aceite, durante unos 3-4 minutos por lado, hasta que estén bien doradas. Retiralas y dejalas escurrir sobre papel de cocina.

  • Al horno (La versión más liviana): Precalentá el horno a 200-220°C (horno fuerte). Rociá una placa para horno con un poco de aceite y colocá las milanesas. Podés rociarlas también por encima con un hilo de aceite o aceite en aerosol para que se doren mejor. Cociná por unos 10-15 minutos, dalas vuelta y cociná por otros 10 minutos o hasta que estén doradas y cocidas.

Paso 5: El armado y el gratinado final

Una vez que tenés las milanesas cocidas, empieza el armado de la napolitana.

  1. Colocá las milanesas en una placa para horno.

  2. Cubrí cada una con una o dos cucharadas de salsa de tomate de buena calidad. No te excedas con la salsa para que no humedezca el rebozado.

  3. Agregá una feta de jamón cocido.

  4. Coroná con una generosa cantidad de queso muzzarella rallado o en fetas.

  5. Espolvoreá con un poco de orégano seco y, si te gusta, unas aceitunas verdes.

Llevá la placa al horno bien caliente, en la parte de arriba o con la función de grill, solo por unos minutos, hasta que el queso se derrita por completo y empiece a burbujear y dorarse.

Servila inmediatamente, acompañada de unas papas fritas bien crocantes o un puré de papas cremoso. El resultado será una obra de arte: una milanesa a la napolitana digna del mejor bodegón, con el sabor inconfundible de lo hecho en casa con amor y técnica.

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