Huracán celebró una victoria histórica ante Boca en el Palacio Tomás A. Ducó.(Fotobaires)
Boca Juniors volvió a tropezar. Esta vez fue en Parque Patricios, donde cayó por 1 a 0 frente a Huracán, por la tercera fecha del Torneo Clausura. El único gol del encuentro lo marcó Matko Miljevic, con un remate desde fuera del área que colgó la pelota del ángulo. Una obra inesperada, que selló un triunfo que el Globo no lograba en su casa frente a Boca desde hace 31 años.
El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo no encuentra el rumbo. Con esta derrota, ya acumula once partidos oficiales sin conocer la victoria. Desde su regreso al banco, el técnico todavía no pudo sumar de a tres en seis encuentros dirigidos.
El partido, jugado en el Tomás Adolfo Ducó, mostró a un Boca incómodo, sin ideas claras en ataque y con varios errores en el fondo. Marchesín tuvo varias intervenciones clave para evitar un resultado más abultado. Incluso en el primer tiempo tapó un mano a mano frente a Matías Tissera que pudo haber cambiado la historia mucho antes.
Huracán se mostró más decidido. Generó chances desde el arranque, presionó alto y supo incomodar a la última línea del Xeneize. El gol de Miljevic llegó a los 20 minutos del segundo tiempo y desató la fiesta en la tribuna local, que no festejaba una victoria ante Boca en su estadio desde 1994.
A pesar del ingreso de Cavani y del intento de reacción del conjunto visitante, los minutos pasaron sin que Boca pudiera llegar con peligro real al área rival. Paredes probó de lejos, pero la pelota terminó en la popular. Fue una imagen que se repitió a lo largo del segundo tiempo: intentos lejanos, centros sin destino y nerviosismo generalizado.
El presente del equipo preocupa. En lo que va del año, Boca quedó eliminado de la Copa Libertadores en fase previa, perdió el Superclásico con River, quedó fuera de la Copa Argentina en 16avos ante Atlético Tucumán y fue superado por un club semiprofesional en el Mundial de Clubes. El partido ante Huracán fue otra página más en ese listado de frustraciones.
Huracán vs Boca Juniors Foto: FOTOBAIRES Fecha 3 Torneo Clausura Liga Profesional.
En conferencia de prensa, Mauricio “Chicho” Serna —integrante del Consejo de Fútbol— fue claro: “Estamos muy preocupados. El primer paso es hacer una buena autocrítica”. La frase resume el clima que se vive puertas adentro del club.
La estadística es contundente: desde que Russo volvió a dirigir, Boca empató cuatro partidos y perdió dos. En el Clausura, suma apenas dos puntos sobre nueve posibles. La falta de funcionamiento colectivo y los bajos rendimientos individuales siguen siendo una constante.
Del lado de Huracán, la victoria fue más que tres puntos. Fue romper con una historia adversa y hacerlo con autoridad. El equipo de Kudelka mostró orden, intensidad y se plantó de igual a igual frente a un grande que, hoy por hoy, parece haber perdido su identidad futbolística.
La imagen de los jugadores de Boca dejando el campo con la cabeza baja lo dice todo. El equipo sigue sin respuestas. Mientras tanto, en la tribuna visitante, el malestar crece. Y no es para menos: hace rato que el Xeneize no gana y no convence.
