
Mila Yankelevich, de 7 años, participaba de un campamento náutico cuando ocurrió el trágico choque.
La Oficina de Medicina Forense de Miami confirmó este jueves que Mila Yankelevich, de 7 años, falleció por “ahogamiento accidental” y no como consecuencia directa del impacto entre el velero en el que navegaba y una barcaza. La misma causa fue determinada para Erin Ko, la adolescente chilena de 13 años que también murió en el accidente ocurrido el lunes por la mañana en la Bahía de Biscayne, en Miami Beach.
Ambas menores formaban parte de un grupo de navegación infantil organizado por la Miami Youth Sailing Foundation, una fundación vinculada al Miami Yacht Club. El accidente se produjo cerca de las 11:30, cuando el velero fue embestido por una embarcación de mayor tamaño, según los reportes iniciales de la Guardia Costera estadounidense.
Según las primeras precisiones, cinco menores y una instructora de 19 años viajaban en el velero al momento de la colisión. Todos los menores llevaban puestos sus chalecos salvavidas, indicaron desde la cadena local WSVN. Aun así, tres de ellos fueron hospitalizados en estado crítico.
Un operativo coordinado, pero sin final feliz
Al recibir la alerta, el primer equipo de rescate en llegar fue el de Miami Beach, al que luego se sumaron los servicios de emergencia de Miami-Dade, la Ciudad de Miami, la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida y efectivos de la Guardia Costera. El capitán Frank Florio, encargado de la zona, declaró que “la prioridad es entender cómo ocurrió para prevenir futuras tragedias”.
“Recibimos el reporte a las 11:27. Se trató de una colisión entre una embarcación de vela y un tugboat con barcaza. Estamos evaluando los testimonios y el estado técnico de ambas embarcaciones”, detalló el oficial en conferencia de prensa.

Mila Yankelevich, de 7 años, participaba de un campamento náutico cuando ocurrió el trágico choque.
Además, señaló que el capitán del remolcador fue interrogado y sometido a análisis toxicológicos, cuyos resultados aún no fueron difundidos. Según adelantó, la velocidad con la que se desplazaba la barcaza es un elemento clave en la investigación.
Una tercera víctima y una escena devastadora
Este jueves se confirmó el fallecimiento de Ari Buchman, otra menor que se encontraba internada desde el lunes en el Hospital Jackson Memorial. La niña de 11 años, con raíces familiares en Mendoza, no logró recuperarse y se convirtió en la tercera víctima fatal del accidente.
Quien presenció el hecho desde la orilla fue Enzo Piffaretti, un niño de 9 años que también participaba del campamento, pero no estaba en el agua al momento del choque. “Era un bote enorme. El velero estaba justo adelante y el bote no estaba prestando atención. Se lo llevó puesto. Todos salieron volando”, relató en diálogo con el canal Local 10.
Enzo detalló que el siniestro ocurrió durante la primera semana del campamento, lo que refuerza la teoría de que los menores eran nuevos en la actividad y aún estaban familiarizándose con las reglas del entorno.
Quién era Mila Yankelevich
Mila era hija de Tomás Yankelevich y Sofía Reca, y nieta de Cris Morena y Gustavo Yankelevich. Había cumplido 7 años el pasado 12 de febrero. Su abuela, la reconocida productora y creadora de múltiples éxitos televisivos, le dedicó en esa fecha un emotivo posteo en Instagram: “Sos sol, libertad, abrazos, bella inquieta, dulce niña amada…”.
La familia ya había atravesado un golpe muy duro en 2010, con la muerte repentina de Romina Yan, hermana de Tomás, a los 36 años. El nacimiento de Mila, ocho años después, había sido un bálsamo para los Yankelevich, que ahora deben enfrentar una nueva pérdida devastadora.
Mila participaba activamente en el programa de navegación juvenil del Miami Yacht Club, que promueve la formación de navegantes desde la infancia. El programa busca fomentar valores como la responsabilidad, el compañerismo y el respeto por el mar.
Según indica el sitio oficial de la fundación: “Queremos que niños y adultos vivan la experiencia de la navegación, aprendan marinería y se conecten con el entorno natural de manera segura y educativa”.
Una investigación abierta y muchas preguntas sin responder
Las autoridades estadounidenses continúan recolectando datos. El foco está puesto en el estado de ambas embarcaciones, el accionar del remolcador y los tiempos de respuesta ante la emergencia.
Mientras tanto, el dolor de las familias afectadas atraviesa fronteras. En Argentina, Chile y Estados Unidos se multiplican los mensajes de apoyo, las muestras de solidaridad y también las preguntas sobre cómo pudo ocurrir un accidente de estas características en un entorno controlado y organizado.
La investigación está a cargo de la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de Florida junto con la Guardia Costera de los Estados Unidos. Se aguardan también los informes de toxicología y los peritajes sobre velocidad y visibilidad al momento del impacto.